
Hola de nuevo.
Continuamos con las obras de Garcilaso, es el turno de las elegías.
Antes de empezar quiero recordarte que esto no es un resumen, ni un escrito objetivo. Son los sentimientos, las opiniones y la percepción de una alumna de humanidades. Así que si estabas buscando un resumen para tu examen de literatura deja de leer.
Ahora sí, vamos a ello.
Antes de empezar tenemos que tener claro qué es una elegía. Según la RAE se trata de una composición lírica en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro acontecimiento infortunado. Pero, para entendernos, vamos a decir que es una forma un tanto dramática de expresar el dolor de una pérdida.
Garcilaso de la Vega escribió un total de dos elegías. La primera, “Al duque de Alba, en la muerte de su hermano don Bernardino de Toledo”, y la segunda, “A Juan Boscán”, donde le cuenta como vivía en Sicilia, con las tropas del emperador, tras la victoria en Túnez, y la añoranza de su amada.
De las dos obras la que más sentimientos me produce es la Elegía 1, supongo que porque no suelo hablar de la muerte, o tal vez admiro la capacidad de Garcilaso para hacer de ella algo bello.
Me veo en la necesidad de destacar los siguientes versos;
"...y tú tendiendo la piadosa mano, probando a levantar el cuerpo amado, levantas solamente el aire vano, y del dolor el sueño desterrado"
Ahora dime que no se te encoge el pecho al leerlo, dime que no tienes un nudo en la garganta, dime que no has pensado en ese ser querido que perdiste. Garcilaso, empiezas fuerte, ¿eh?
Me gusta la forma en la que utiliza la mitología, porque se enlazan unos mitos con otros, y apenas te das cuenta
Empezamos con el mito de Lampecia y Febe;
"...que cerca del Erídano aquejada lloró y llamó Lampecia el nombre en vano, con la fraterna muerte lastimada..."
Al ver el cuerpo sin vida de su hermano, Lampecia le lloró, y al caer sus lágrimas en el mar, se convirtieron en ámbar.
Yo interpreto que esto tiene un trasfondo, de cierta forma Garcilaso quiere hacernos ver que de algo tan cruel como la muerte puede salir algo tan bello como el ámbar, tratando de “calmar” la tristeza que se siente al perder a alguien.

“Lampecia y Febe”, Muñoz Degrain.
Tenemos la presencia de la anáfora y las preguntas retóricas;
"¿A quién ya de nosotros el eceso de guerras, de peligros y destierro no toca y no ha cansado el gran proceso? ¿Quién no vio desparcir su sangre al hierro del enemigo?..."
Al combinar estas dos figuras literarias el poema adquiere un mayor “dramatismo”, me encanta el efecto que hacen las preguntas retóricas, lo siento como que se necesita una respuesta que nunca va a llegar. Es desesperante.
Me resulta interesante la siguiente estrofa;
"No contenta con esto, la enemiga del humano linaje, que envidiosa coge sin tiempo el grano de la espiga, nos ha querido ser tan rigurosa que ni a tu juventud, don Bernardino, ni ha sido a nuestra pérdida piadosa"
Me he fijado en que habla en femenino, se dirige a algo o alguien de género femenino. Mi “súper” creatividad me ha llevado a pensar que se está dirigiendo a la muerte, pues, ¿quién sería sino “la enemiga del humano linaje”?
Continuando la elegía, Garcilaso se “encara” con la muerte;
"...hános mostrado en ti que claros ojos y juventud y gracia y hermosura son también, cuando quiere, sus despojos"
Está enfadado, pero también triste, la muerte decide a quien se lleva, sin pensar siquiera en su juventud.
En relación con esto, aparece una referencia al Soneto XXIII;
"...bien es verdad que no está acompañada de la color de rosa que solía con la blanca azucena ser mezclada..."
Vuelve a referirse a la juventud del fallecido.
Garcilaso no se olvida de la madre de Bernardino. Le pide ayuda a las ninfas; “moradoras del undoso Tormes”, para que la consuelen, pues su dolor es insufrible.
Hasta yo siento su dolor. Si el autor pretendía jugar con mi corazoncito ha hecho una excelente elección del vocabulario;
"...que es menester socorro presuroso"

“Diana y Calisto”, Rubens.
También se dirige al Duque de Alba; “Tú, gran Fernando…”
Entiendo que en esta época estaba más presente el tema de la virilidad, un hombre no podía llorar por la pérdida de su hermano, pero, ¿nos hemos parado a pensar el por qué?, pues la verdad es que sí, ¿hemos conseguido una respuesta?, pues la verdad es que no, o sea, que estamos en las mismas.
A mí no me sirve que me digan que mostrar los sentimientos te hará menos hombre, que perderás poder, que le temes a la palabra “maricón.” Créeme que es más débil aquel que se deja llevar por estas falsas afirmaciones que aquel que es capaz de sentir.
Me resulta curioso como se protege a la madre, pues las ninfas deben ayudarla, ¿por qué? ¿por ser el sexo débil?, mientras que al hermano no se le permite no ser fuerte. Pero, en realidad, ¿quién es más valiente, la madre al afrontar la realidad o el hermano por ocultarla? Yo lo tengo claro, pero tú deberías reflexionarlo.
Después de esta espectacular reflexión que por obra del destino mi cerebro ha decidido hacer, continuamos hablando de mitología.
Garcilaso hace una comparativa entre la muerte de Aquiles y la de Bernardino de Toledo;
"No fue el troyano príncipe llorado siempre del viejo padre dolorido, ni siempre de la madre lamentado..."
Como bien sabemos, Aquiles murió en la Guerra de Troya, cuando una flecha envenenada se le clava en el talón, su punto débil. Pues su madre quiso hacerle inmortal, pero al sumergirle en el río, le sujetó del talón, por lo que este no estaba protegido.
De aquí surge la frase “X cosa es mi talón de Aquiles”, es decir, tu punto débil.
Aquiles no fue llorado “de por vida” por sus padres, con esto Garcilaso quiere decirnos que el duelo no dura para siempre, puede que ahora la madre del fallecido esté destrozada, pero poco a poco irá sanando la herida.

“Aquiles descubierto por Ulises”, Rubens.
Para reafirmar esto también se emplea el mito de Venus y Adonis;
"El tierno pecho, en esta parte humano, de Venus, ¿qué sintió, su Adonis viendo de su sangre regar el verde llano?..."
Venus pudo ver que un jabalí mataría a Adonis cuando este fuese a cazar, por lo que intentó evitar que fuera. Venus tenía razón, y al ver el cuerpo sin vida de Adonis la diosa creó una flor con su sangre, la anémona, muy bella pero de corta vida, al igual que Adonis. Después de esto, se secó las lágrimas y regresó al mundo de los inmortales.

“Venus y Adonis”, Antonio Canova.
Otro apunte importante es la presencia de Dios.
A lo largo de toda la elegía se tiene en cuenta la religión, pero no voy a detenerme en esto, porque, siendo objetiva, en la mayoría de obras renacentistas aparece la idea de Dios, por lo que no veo que sea algo destacable.
Para finalizar quiero centrarme en el último verso;
"...desde el Ártico a Calisto"
Me parece un final muy acertado; bajo mi punto de vista con “Ártico” se refiere al sur o al mediodía, y con “Calisto” hace referencia a la constelación la Osa Mayor, pues tras la muerte de Calisto, Zeus la convierte en esta constelación.
Dicho en otras palabras, Garcilaso habla de una gran distancia, desde el mediodía hasta la noche.

“Constelación Osa Mayor”
Ahora es la parte en la que mi profesora de movimientos literarios me pregunta que a qué conclusión he llegado tras leer la elegía, pues bueno, podría decir que no tenemos que tener miedo a sentir, que es lícito llorar por un ser querido, que tenemos que saber seguir adelante, como Venus, que nuestra vida no acaba aunque sí acabe la de nuestro amigo o la de nuestra abuela, que tod@s vamos a tener el mismo final.
Disfruta de tu niñez, de tu juventud, de tu etapa adulta, disfruta cuando te jubiles, porque no sabremos cuando será la última vez que abras los ojos.
Increíble!! Me flipan los toques personales, y ni hablar de la expresión. Más que una alumna de humanidades pareces una literaria. Sigue así!!