Muy buenas gentecilla.

Tengo una buena noticia, hemos llegado al período de transición entre el Renacimiento y el Barroco!!! Así que le decimos adiós a Garcilaso y le damos la bienvenida al dramaturgo inglés William Shakespeare, y a su obra “Hamlet” (1599-1601 aprox.)

Esta obra teatral cuenta la venganza que lleva a cabo el príncipe de Dinamarca, Hamlet, tras enterarse de que su padre fue asesinado a manos de Claudio, su hermano. Fue el espectro de su padre quien le contó la verdad.

Ahora que tenemos un breve contexto, podemos comenzar.


En la lectura.

Hamlet siempre ha sido un poco “peculiar”, pero tras enterarse de la realidad sobre la muerte de su padre, ha cambiado radicalmente.

Aquí entra en juego la Teoría de los humores de Hipócrates, médico de la Antigua Grecia.

Según esta teoría, el cuerpo humano está formado por cuatro sustancias básicas; bilis amarilla (fuego), bilis negra (tierra), sangre (aire) y flema (agua.) El equilibrio de estas sustancias dará lugar a una buena salud, en su defecto, si se encuentran desequilibradas pueden causar problemas.

En este caso, Hamlet es visto por el resto de personajes como alguien melancólico (exceso de bilis negra);

“…retira los ojos de tu semblante y vuelve tus ojos amables al rey de Dinamarca…” (Acto I, escena II)

La idea de la melancolía también hace referencia al “Problema XXX” de Aristóteles. Según su teoría, la melancolía es el resultado del desequilibrio de los humores que segrega el cuerpo humano, en concreto, el aumento de la bilis negra. Afirmaba que si la melancolía llegaba a la cabeza podría provocar la perdición, y si llegaba a la piel podría provocar úlceras en el cuerpo.

“Escultura de Aristóteles”

Este filósofo llega a la conclusión de que la melancolía es característica de los genios; “una especie de fuerza que les lleva a la autodestrucción”. Pone como ejemplo a personajes como Ayax, Empédocles o Platón. Además, Aristóteles identifica la melancolía con la locura; “el melancólico es un ser que no se adapta a la realidad.”

No me gusta, pero me identifico con este personaje. Esa melancolía ahora tiene un nombre, depresión, que efectivamente, tiene que ver con un desequilibrio en los químicos cerebrales.

Entiendo el sentimiento de Hamlet; yo también he obviado un duelo, yo también he preocupado a mi madre, yo también he pensado que no valía. Hamlet, no necesitabas quedarte en casa, ni vengar a tu padre, necesitabas un abrazo. Lo necesitamos.

En varias ocasiones el protagonista hace alusión al suicidio, eso me hace recordar cuando estaba en mi peor momento, claro que pensé en acabar con todo, pero, por suerte, no me salió bien.

“Dolor inconsolable”, Iván Nikolaevich Kramskoi.

Me parece curioso que se hable de este tema en obras tan antiguas, pues la religión no lo permite, “es pecado”. Esto me lleva a reflexionar sobre la figura de Dios, que, si nos fijamos, está presente a lo largo de toda la historia;

“…si el Dios eterno no hubiera dictado su ley contra el suicidio…”. (Acto I, escena II)

Es en estos momentos cuando me doy cuenta de la gran influencia que tenía la religión en las acciones de las personas.

Sabemos que, históricamente hablando, la institución de la Iglesia ha cometido más pecados que nadie en nombre de Dios, pero fue, precisamente, la Fe de Hamlet, la que hizo que no acabara con su vida; tal vez por miedo a las represalias, pero lo que me interesa es recalcar que no lo llevó a cabo, y esto no ha pasado solo en la ficción. Ahora me pregunto, ¿de verdad la Iglesia transmite “la palabra de Dios”? Yo soy agnóstica, y tal vez me esté metiendo en un terreno peligroso, pero si la Fe en Dios salvó la vida de Hamlet y la de otras muchas personas, ¿cómo justifica esta institución los crímenes que ha cometido a lo largo de toda la historia? No me lo trago. Dios no es la Iglesia, y la Iglesia no es “su casa.”

Serie de tres esculturas en tríptico de la figura del Papa Francisco tirando a un bebé“, Pablo Maire.


En la escena.

Cuando leemos Hamlet podemos fijarnos en algunos aspectos que nos demuestran que esta obra se escribió para ser representada y no leída o editada. Por ejemplo, en la Escena I Hamlet recalca repetidas veces que es de noche, ¿por qué?, porque el espectador no tiene más remedio que imaginar esa noche, y para “evitar que se le olvide” se repite constantemente.

Me parece increíble que el autor tenga en cuenta esos detalles. Tal vez estoy tan acostumbrada a la televisión que me parece absurdo recalcarlo tantas veces, pero poniéndome en la situación de la gente del siglo XVI me parece lo más coherente del mundo.


Para finalizar vamos a hablar de lo más importante de esta obra, la presencia del tópico “Theatrum mundi”, que concibe la realidad como una obra teatral ya escrita.

Esto me recuerda a la teoría de la predestinación. Santo Tomás de Aquino afirma que Dios ha predestinado a ciertas personas a la salvación eterna, y a otras a la condena eterna, por lo que toda acción o actividad no es necesaria, pues nuestro destino ya está dictado.

Santo Tomás de Aquino.

Volviendo al tópico. Es curioso como se representa una obra teatral dentro de otra. Hablo de “La Ratonera”, obra que se inventa Hamlet para lograr que Claudio confiese el asesinato del rey. Esto está estrechamente relacionado con la anagnórisis, un recurso literario que consiste en descubrir algo que estaba oculto.

Me resulta prácticamente imposible imaginarme una obra dentro de otra obra, puede que sea por mi TDAH, pero estoy segura de que me perdería en cualquier momento. Mis respetos a Shakespeare por ser capaz de escribir algo así sin “liarse”.

Esto también nos ayuda a saber como eran los componentes del teatro de la época. Que “random” que no haya apenas personajes femeninos, pues en aquel momento no estaba permitido que una mujer actuara, por lo que los hombres debían “disfrazarse” de esta. ¿Será este el origen de la maravillosa drag queen? Puede, pero este no es el tema del que estamos hablando, volvamos al teatro.

Si lo pienso en frío, es lo más estúpido que he oído en mi vida. Me refiero, un actor puede hacer de mujer, pero, ¿una mujer no puede hacer de mujer? Espera, espera, que falta lo más gracioso de todo, la forma en la que se interpreta; queridos actores del siglo XVI, las mujeres no somos robots, tengo la necesidad de deciros que más que mujeres teníais cierto aire a un tal Miliki.

Ya sé que una parte fundamental del “buen actor” era la gestualización, pero me encantaría saber en que mujeres habían visto gestos tan artificiales y, en ocasiones, innecesarios. De hecho, soy la persona más expresiva que conozco, y nunca he hecho los gestos que (supuestamente) hacían las mujeres.

La verdad es que es un tema para reflexionar, y podría estar aquí 10 horas, pero me voy a callar ya, porque si empiezo no paro.

6 thoughts on “Hamlet. William Shakespeare.

  1. B.R. says:

    Muy buenas reflexiones, entre lo que destaco 2 cosas:
    1ª) Enorme valentía al hablar de temas personales espinosos, poniéndolos en contexto respecto a la obra analizada.
    2ª) Gran demostración de audacia y personalidad, al cuestionar y hacer tambalear los cimientos de algo tan sólidamente consolidado como la religión y su estrecha relación con Dios a lo largo de la historia.

    1. ray-arte says:

      Gracias por tu comentario.
      Creo que es importante encontrar una relación entre la obra y la actualidad, y ahí entran mis experiencias personales. Me alegro de que te guste el formato y mi estilo a la hora de escribir.

  2. Amalia says:

    Impresionante reflexión. Me deja con ganas de leer la obra a pesar de que nunca he mostrado gran interés por los clásicos. Una redacción cercana a la vez que correcta, con una introducción sutil y práctica de experiencias personales. Me quedo con ganas de continuar leyendo aunque entiendo que no se puede hacer una publicación de 10 horas porque sería arduo para el lector.
    Enhorabuena, ¡me encanta!

    1. ray-arte says:

      Gracias por tu comentario.
      Es gratificante saber que puedo despertar el interés por los clásicos en los demás. Intentaré que ese interés no se pierda.
      Gracias una vez más.

  3. Yo says:

    Interesante comentario crítico. He leído Hamlet varias veces durante mi vida de estudiante y nunca había ahondado tanto en la historia. Creo que volveré a leer la obra después de haber leído tu reflexión cuatro veces. Creo que ahora con mi edad y tu propuesta la voy a ver muy diferente.👀
    La reflexión sobre la iglesia es muy potente y difícil de responder la gran pregunta que muchas personas nos hacemos “¿cómo justifica esta institución los crímenes que ha cometido a lo largo de toda la historia?”.🤷‍♀️
    No sé si este será el origen de la maravillosa drag queen, pero fue un despropósito en toda regla. Y, nos podemos hacer una idea de como el machismo siempre ha estado presente en nuestra vida.
    Es muy valiente hacer una reflexión desde tú experiencia personal, a la vez que complejo. Estoy enamorada de tus escritos y ya estoy esperando el siguiente. ¿Para cuándo?😍😍

    1. ray-arte says:

      Gracias por tu comentario. Me alegro de que puedas ver la obra de otra manera a raíz de mi entrada.
      Ya me contarás qué conclusiones has sacado después de volver a leerla.

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