Ciao artisti.

Hoy vamos a montarnos en un carro de unicornios mágicos, que van a llevarnos de viaje hasta el Renacimiento Italiano, y nos permitirán conocer a uno de los artistas más polivalentes y excepcionales de toda la historia del arte, Michelangelo Buonarroti, más conocido como Miguel Ángel; estamos en España, ¿qué te esperabas?

Este artista es conocido por sus trabajos en las tres artes mayores, ¿os suena la cúpula de la Capilla Sixtina, o el David? Por supuesto. Lo que mucha gente no sabe, es que, Miguel Ángel, también cuenta con una impresionante obra literaria. Escribió un total de 300 sonetos, en los que desarrolló una gran variedad de temas, como veremos a continuación, aunque, el tema por excelencia, es el amor, con una clara influencia petrarquista.

Hoy comentaremos algunos de los sonetos que más me han llamado la atención.

Comenzamoosss.


Soneto VI.

Morir pronto quisiera, menos dolor la muerte
que este morir mil veces de hora en hora. 

Dolor infinito el de mi corazón 
cuando razono que la que tanto amo 
amor no siente.

¿Para qué ya la vida?
¿Será para aumentar mi dolor 
que a sí misma no se ama 
ella, que de mi amor no duele?

¡Ah triste suerte!
¿Será verdad que yo atraigo a la muerte?

“Las dos Fridas”

Frida Kahlo.
Para ver el original, pincha aquí.
Quanto sare' men doglia il morir presto
che provar mille morte ad ora ad ora,
da ch'in cambio d'amarla, vuol ch'io mora!

Ahi, che doglia 'nfinita
sente 'l mio cor, quando li torna a mente
che quella ch'io tant'amo amor non sente!
Come resterò 'n vita?

Anzi mi dice, per più doglia darmi,
che se stessa non ama: e vero parmi.

Come posso sperar di me le dolga,
se se stessa non ama? Ahi trista sorte!
Che fia pur ver, ch'io ne trarrò la morte? 

Yo, es que, leo esto y, es tan dramático, que me hace gracia. Lo siento, pero no puedo evitarlo.

Todos en algún momento nos hemos sentido como Miguel Ángel, pero ahora diríamos algo así como “joder tío, ya ,me han vacilado otra vez, es que en plan, no entiendo por qué siempre me pasa lo mismo. Paso de tías, te lo juro, a partir de ahora líos y pa´lante.”

Esto me lleva a pensar en el recorrido que ha tenido el lenguaje a lo largo de la historia. La forma en la que nos expresamos ha cambiado, y no se trata de “ser culto” o de “ser un macarra”, se trata de una evolución, que no es ni mejor ni peor que el lenguaje del Renacimiento. A pesar de que se haya producido este cambio, los sentimientos que nos hace humanos siguen siendo exactamente los mismos, entonces, ¿hay tanta diferencia entre Miguel Ángel y yo? Pues creo que no; ambos humanos, ambos con una sensibilidad especial, ambos dramáticos.

Adultos, ¿por qué os reís de la forma que tenemos de expresarnos los jóvenes? Si tantas burlas hacéis, ¿por qué no habláis como Jürgen Habermas? No sé, consejos vendo, para mí no tengo. Deberías reflexionarlo.


Soneto VIII.

Cuando al siervo el señor con áspera cadena
sin otra esperanza en cárcel tiene preso,
tanto se habitúa a su mísero estado
que apenas llega a reclamar ser libre.

Aun al tigre o la sierpe el hábito refrena,
y hasta al fiero león en las selvas nacido;
y el nuevo artista cansado del trabajo,
habituándose al sudor amengua su fatiga.

Mas a imagen tal el fuego no se une;
pues si el humor de un leño verde apaga
al frío viejo lo calienta y nutre,
y tanto en verde edad lo torna y estimula,
renueva e inflama, alegra y hace joven,
que con su aliento amor alma y corazón ciñe.

Si se burla o finge,
quien dice que es vergüenza en la vejez
amar a un ser divino, seguro miente.

El alma que no sueña,
no peca por amar las cosas naturales,
utilizando peso, término y medida.

“El aguador de Sevilla”

Diego Velázquez.
Para ver el original, pincha aquí.
Quand'il servo il signor d'aspra catena
senz'altra speme in carcer tien legato,
volge in tal uso el suo misero stato,
che libertà domanderebbe appena.

E el tigre e 'l serpe ancor l'uso raffrena,
e 'l fier leon ne' folti boschi nato;
e 'l nuovo artista, all'opre affaticato,
coll'uso del sudor doppia suo lena.

Ma 'l foco a tal figura non s'unisce;
ché se l'umor d'un verde legno estinge,
il freddo vecchio scalda e po' 'l nutrisce,
e tanto il torna in verde etate e spinge,
rinnuova e 'nfiamma, allegra e 'ngiovanisce,
c'amor col fiato l'alma e 'l cor gli cinge.

E se motteggia o finge,
chi dice in vecchia etate esser vergogna
amar cosa divina, è gran menzogna.

L'anima che non sogna,
non pecca amar le cose di natura,
usando peso, termine e misura.

En este soneto veo que el artista sufre mucho por el hecho de envejecer, no sé si por miedo a la muerte, o por miedo a la vejez en sí. Siento que se aferra al amor para “sentirse joven”, cosa que veo un poco incoherente, ya que el amar a alguien supone un desgaste mental bastante “heavy”, y no olvidemos que, el desgaste mental, produce también un cansancio físico, que solo hará que envejezcas antes. Mira, Miguelito, mejor dedícate a crear, que es lo tuyo, y te aseguro que te mantendrá joven el doble de tiempo. De nada.

Hablando un poco de mi vida, porque soy una egocéntrica, tengo que decir que tuve una época en la que mi prioridad era conseguir la validación de cualquiera, era casi necesario para mí el encontrar pareja, y, como era de esperar, tuve muchos problemas por ello. Tardé mucho tiempo en reaccionar, pero, desde que lo hice, me dedico a crear, y, la verdad, no me arrepiento. Ahora, en lo último que pienso, es en el amor romántico, así que creo que alguien tendría que habérselo dicho a Miguel Ángel, quizá, así, su visión habría cambiado.


Soneto XI.

Dime de grado, Amor, si estos mis ojos 
de veras ven a la beldad que aspiro 
o si va dentro en mí, y a donde miro, 
veo esculpido entonces su rostro.

Tú lo debes saber, pues que con ella vas 
a arrancarme la paz y darme enojo; 
mas perder no querría un mínimo suspiro, 
ni pedir otro fuego de más breve ardor.

— La belleza que ves en verdad está en ella, 
pero crece al subir hasta un lugar mejor, 
y por los ojos mortales viene al alma.
Ahí divina se vuelve, honesta ybella,
pues semejante a sí es todo Io inmortal;
Y ésta, no aquélla, se llega hacia tus ojos.— 

“Afrodita de Cnido.”

Praxíteles.
Para ver el original, pincha aquí.
Dimmi di grazia, Amor, se gli occhi mei
veggono 'l ver della beltà c'aspiro,
o s'io l'ho dentro allor che, dov'io miro,
veggio scolpito el viso di costei.

Tu 'l de' saper, po' che tu vien con lei
a torm'ogni mie pace, ond'io m'adiro;
né vorre' manco un minimo sospiro,
né men ardente foco chiederei.

— La beltà che tu vedi è ben da quella,
ma cresce poi c'a miglior loco sale,
se per gli occhi mortali all'alma corre.
Quivi si fa divina, onesta e bella,
com'a sé simil vuol cosa immortale:
questa e non quella agli occhi tuo precorre. —

Era obvio que este soneto iba a salir en mi top de “sonetos favoritos de Buonarroti.”

De verdad, empiezo a pensar que tengo un problema grave con la filosofía, pero es que la encuentro en todas partes.

No sé si tendrá algo que ver, pero a mí esto solo me recuerda a la Teoría de la Belleza de Platón. Este señor, que ya he nombrado 80.000 veces, decía que la belleza es algo eterno y real (un conocimiento universal), y como tal, existe en el mundo inteligible. Este conocimiento, al tener contacto con lo sensible, hace que se despierte el deseo y el amor, que finalmente llevarán al conocimiento del bien.

Miguel Ángel, define la belleza como algo inmortal, algo que se encuentra en el alma, y que, al llegar al mundo sensible, nos hace sentir amor o deseo, porque “por los ojos mortales viene el alma.”

Por esto, he supuesto que hay una referencia a la teoría de este filósofo, aunque puede que esté un poco “flipada del coco.”


Soneto XVII.



Tú sabes que sé, mi señor, y sabes 
que me aproximo más para gozarte,
y sabes que sé que sabes quién soy:
¿a qué pues más retardo en saludarse?

Si verdad es la esperanza que me das, 
y verdad mi gran deseo concedido, 
el muro rómpase alzado entre los dos, 
que son más fuertes los daños ocultos.

Si sólo amo de ti, mi señor querido,
Lo que de ti más amas, no te enojes, 
si un espíritu del otro se enamora.

Lo que en tu bella faz aprendo y busco, 
mal lo comprende el ingenio humano:
Quien saberlo quiera, ha de morir entonces.

“Dos hombres en Florencia”

Bartolomeo Cesi.
Para ver el original, pincha aquí.
Tu sa' ch'i' so, signor mie, che tu sai
ch'i vengo per goderti più da presso,
e sai ch'i' so che tu sa' ch'i' son desso:
a che più indugio a salutarci omai?

Se vera è la speranza che mi dai,
se vero è 'l gran desio che m'è concesso,
rompasi il mur fra l'uno e l'altra messo,
ché doppia forza hann'i celati guai.

S'i' amo sol di te, signor mie caro,
quel che di te più ami, non ti sdegni,
ché l'un dell'altro spirto s'innamora.

Quel che nel tuo bel volto bramo e 'mparo,
e mal compres' è dagli umani ingegni,
chi 'l vuol saper convien che prima mora.

Es inevitable darse cuenta de que este soneto está dirigido a un hombre, que, si no me equivoco, se trata de Tommaso dei Cavalieri, el mayor amor de Miguel Ángel.

Muchos historiadores del arte han querido ocultar la homosexualidad de este artista, y de otros muchos, para no tener que dar explicaciones, o incluso, para no tener que trabajar más en profundidad; la pereza innata del ser humano. Esto me parece muy triste, porque Miguel Ángel tuvo que amar en silencio, a escondidas, con miedo a ser descubierto, ¿te imaginas vivir con una ansiedad constante solo por ser quien eres?, pero me parece mucho más triste que los expertos en la materia quieran continuar ocultándolo en el S. XXI.

A día de hoy, siguen existiendo agresiones físicas y verbales hacia personas del colectivo LGBTIQ+; a mí me ha pasado, lo he vivido, el ir por la calle, camino al instituto, y de repente escuchar “tortillera”, “pareces un tío”, “lo que necesitas es una buena…”, y llegar a clase con ganas de llorar, con miedo, por no saber si, algún día, las palabras pasarán a ser puñetazos. Si yo lo sufro a día de hoy, no puedo imaginarme como debía ser en el Renacimiento.

Hay otro punto, referido a la homofobia, que me gustaría tratar, y es que, no se ha vivido de igual manera en hombres y en mujeres; en un hombre, ya sabemos como era, y como es, porque al hablar de homosexualidad, el 90% de las veces, solo se habla del género masculino, en cambio, nadie se acuerda de las mujeres, que, a parte de sufrir la homofobia, sufren el machismo, y otros muchos “ismos”; una mujer tiene que soportar que la llamen “bollera” cuando se da un beso con su pareja, pero, a la vez, tiene que soportar que un tío le ofrezca un trío.

Hasta en un tema tan delicado como este, los hombres han tenido supremacía sobre las mujeres, que hemos sido, una vez más, las grandes olvidadas.

“Safo y Erinna en un jardín de Mitilene”, Simeón Salomón.

Dejo por aquí un artículo que me ha parecido muy interesante, de la revista Vanity Fair, en el que se cuenta la historia de las primeras relaciones lésbicas, y como lo vivieron estas mujeres: La historia (silenciada) de las primeras mujeres que amaron libremente | Vanity Fair (revistavanityfair.es)


Soneto XLII.

Oh noche, tiempo dulce, aunque sea negro, 
con paz toda labor al fin terminas; 
ve bien y entiende bien el que te exalta, 
y quien te honra es íntegro de inteligencia. 

Cortas y tronchas cansados pensamientos 
que húmeda sombra y quietud ocupan, 
y de la ínfima región a la más alta 
llevas en sueño, ahí donde ir espero.

Oh sombra del morir, por quien se aquieta 
toda miseria, del alma la enemiga, 
de las penas último y buen remedio; 

tú vuelves sana nuestra carne enferma, 
llantos enjugas y calmas la fatiga, 
y robas al que vive en bien ira y tedio.

“La noche estrellada”

Van Gogh.
Para ver el original, pincha aquí.
O notte, o dolce tempo, benché nero,
con pace ogn' opra sempr' al fin assalta;
ben vede e ben intende chi t'esalta,
e chi t'onor' ha l'intelletto intero.

Tu mozzi e tronchi ogni stanco pensiero;
ché l'umid' ombra ogni quiet' appalta,
e dall'infima parte alla più alta
in sogno spesso porti, ov'ire spero.

O ombra del morir, per cui si ferma
ogni miseria a l'alma, al cor nemica,
ultimo delli afflitti e buon rimedio;

tu rendi sana nostra carn' inferma,
rasciughi i pianti e posi ogni fatica,
e furi a chi ben vive ogn'ira e tedio.

Me llama mucho la atención este soneto, porque no hay muchos escritores que se dirijan a la noche como algo beneficioso, de hecho, suele relacionarse con la soledad, con algo oscuro.

Yo, por ejemplo, tengo una visión contradictoria de la noche; me gusta la soledad que me proporciona, porque me cansa mucho el estar presente en los eventos sociales, o tener que interactuar con otras personas, por lo que necesito ese momento de “estar sola” para “recargar mi batería”, sí, como un móvil. Aunque, también es verdad que, muchas veces, lo paso mal; puede que el sufrir de insomnio me haga tener una visión nublada de lo que es la noche, la frustración que genera no poder dormir, dar vueltas en la cama, encerrarte en un bucle de pensamientos absurdos, mirar el reloj a las 5 de la mañana, y darte cuenta de que, en dos horas, tienes que levantarte, porque el mundo no va a parar por ti, porque a nadie le importa, porque nadie sabe lo que es tener un trastorno del sueño, hasta que lo viven.

No coincido con Miguel Ángel en su visión sobre la noche, pero, ahora, cuando esté mirando al techo a las 4 de la mañana, me acordaré de este soneto, y seré capaz de cambiar mi pensamiento en ese momento. A veces, la “medicina natural” es mejor que una pastilla.


Para finalizar, quiero decir que deberíamos valorar más a Miguel Ángel como escritor.

El año pasado, en segundo de bachillerato, me explicaron sus esculturas, sus edificios, sus pinturas, pero nunca se nombró su faceta de escritor, cosa que no entiendo, porque no podemos dejar que su obra literaria se pierda, o se olvide. Entiendo que, un soneto, no puede superar la destreza que se necesita para esculpir, pero eso no significa que haya que obviar una parte del trabajo de este artista.

2 thoughts on “Sonetos. Miguel Ángel.

  1. Marcos says:

    Muy buen trabajo, como nos tienes acostumbrados en todos los artículos que publicas. Nos abres los ojos ante situaciones que solemos pasar por alto y nos revelas aspectos que no conocemos, en esta ocasión de un genio universal, como Miguel Ángel. También tengo que reconocer tu enorme valentía, al expresar sentimientos muy personales, y exponerlos ante el amenazante ojo público censor. Mis felicitaciones por el resultado final. Se nota el esfuerzo y el trabajo, no exento de opinión.

    1. ray-arte says:

      Muchas gracias!!
      No tenemos que tener miedo a expresarnos libremente, de hecho, para eso estamos aquí.

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